EL CAMBIO COMIENZA CUANDO CREES
Estadísticamente, hay más de 300 residencias de recuperación en los EE. UU. Y en todo el mundo. Hay hasta 10,000 residentes (hombres y mujeres) en estos hogares de recuperación al mismo tiempo. Se les proporciona alojamiento, comida y ropa sin costo alguno. Estas casas de la victoria entran en algunos de las áreas más infestadas de drogas del centro de las ciudades y llega a hombres y mujeres que son adictos indefensos a la heroína, la metanfetamina y otros Drogas. Tal eficacia proviene del hecho de que la mayoría de las personas que brindan asistencia son ex adictos y miembros de pandillas que en un momento el tiempo se encontraron atrapados en el mismo ciclo de adicción.
UN MENSAJE DE ESPERANZA Y SANACIÓN
El mensaje es simple; Jesús puede cambiar y transformar cualquier vida sin importar la condición o la adicción. Las Escrituras se utilizan como fundamento para llevar un mensaje de liberación. Una vez que se escucha y se recibe el mensaje, se saca a los adictos de las calles o, en algunos casos, de la prisión y se les da la oportunidad de vivir en estos Hogares (como se les suele llamar). Las personas que dirigen los hogares saben que no es un camino fácil, pero gracias al amor duro, la compasión y el apoyo han podido ver resultados tremendos.
RESULTADOS PARA TODA LA VIDA
Una vez que un residente completa su estadía en una de estas Casas de Recuperación Victory, la iglesia local proporciona un seguimiento, donde se le indica que se involucre activamente en el flujo de vida de la iglesia. Cada Victory Home tiene una iglesia local de la que los residentes son una parte muy importante y toman un papel activo en las funciones de la iglesia local.
El énfasis en estos Hogares Victory es crear una vida de servicio a los demás. Muchos graduados continúan trabajando con adictos, pandillas y otras personas heridas ayudándoles a conocer la libertad que ahora abrazan. En resumen: estas Casas Victory tienen un efecto exponencial al ayudar e involucrarse en llegar a nuestras comunidades. Al rescatar a una persona, a menudo, a su vez, se acercan a demasiadas personas.
